lunes, 12 de octubre de 2009

Contigo Trufita, somos una mas

Todas las conocemos aunque ahora ya no las vemos por las ciudades. Son de la familia de las galliformes, es decir Gallos, Gallinas y Pollos que a todos nos hicieron reír en Chicken Run y que desde siempre han estado al servicio humano siendo criadas y posteriormente asesinadas por su carne y por sus huevos.
De andares curiosos y gorgojeos graciosos, comilonas insaciables de cualquier cosita que encuentren y puedan picotear, nosotros siempre las asociamos con la cobardía, siendo muy utilizada la expresión “Eres un gallina” cuando alguien no tiene agallas a hacer algo. Sin embargo, no hay nada de cobarde en esta nueva compañera que tenemos en nuestro Santuario:
La pequeña y dulce Trufita, que ha sabido con su suave piar y durmiéndose en la mano de los voluntarios hacerse un hueco en nuestros corazones.

Animales tranquilos y como tantos otros injustamente vilipendiados por el ser humano, cuantos de nosotros no conocemos el caso del vecino o el primo que le han comprado un monísimo y amarillísimo pollito al niño.
-“Es tan mono mami, mira como sacude la cabeza! ¿Me lo compras mami?, prometo que lo voy a cuidar, no como a las tortugas, esta vez lo juro, le voy a cuidar”- Y así es como el tierno, pequeño y amarillísimo pollito comienza su viaje con triste final en el seno de una familia. Ojala la historia terminase aquí con un:
“Y vivieron felices y NO comieron perdices” pero es que nuestro tierno, pequeño y amarillísimo pollito crece como cualquiera, hasta convertirse en un gallo o gallina hecho y derecho, que tiene como todos, sus necesidades por cubrir y atender. Entonces ¿Qué ocurre con nuestro amigo? Que se ve abandonado en una absurda caja de cartón a su suerte.


La mayoría de ellos terminan atropellados en las carreteras o sirviendo de aliño para el guiso de turno, o quizás agonizando en entre las fauces del algún can.
Pero ya sabéis que en El hogar de Luci lo hacemos todo al revés. Y es que a nosotros se nos pone la piel de gallina al saber que la gente no asume un compromiso una vez adopta un animal. Sea cual fuere su especie.

Un animal NO es un juguete, es un ser sintiente y si por cualquier circunstancia ha sido acogido por una familia, se convierte en uno mas.

Queridos lectores, si estáis pensando en aumentar la familia, ser responsables y consecuentes. Adoptar, No comprar.
Pero mirar muy bien la necesidad de cada especie. Uno no puede llevarse a un piso en la gran ciudad una gallina, no es natural. No vamos a darle a ese animalito el entorno que necesita para desarrollarse plenamente según las necesidades de su especie. Jamás será feliz aunque le tapemos con una mantita.
Si nuestro hijo quiere tener un amigo, si le llama la atención los animales, eso está muy bien, ¡claro que si! Hay que promoverle ese noble sentimiento, pero con conciencia, por favor.
Llevémosle a un Centro de recuperación de animales, a una protectora, a un sitio habilitado y adecuado para que nuestro pequeño les pueda conocer de cerca e incluso ayudarles apadrinándoles, esto si es una idea genial. Pero no coger un pollito pequeñito, meterlo en una caja de cartón y dejar que le bañe, le apretuje y cuando se canse… abandonarlo en un parque.
Es una actitud de lo más egoísta y cruel con otro ser, llámese gallo, conejo, hámster, perro, iguana. No todos tendrán la suerte de Trufita.

Paupiru. EHL

No hay comentarios:

Publicar un comentario